domingo, 16 de junio de 2013

Dos piezas para compartir


Quiero compartir un par de cosas con el grupo. Son un poco diferentes a simple viste, pero que cuando se profundiza se encuentra una relación. Me impactó mucho cuando le leí a un autor proponer que una forma de reflexionar si lo que te impulsa es amor hiciera un pequeño juego de sustituir esa palabra por el nombre propio (de la persona que se piensa que se ama si no el de uno mismo) en el siguiente texto bíblico. Lo he usado como dinámica para introducir reflexiones entre adolescentes de la diferencia entre amor y enamoramiento. Es este:

1 Carta de Pablo  a los Corintios 13:4-7

El amor es paciente,  es bondadoso.  El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.
No se comporta con rudeza,  no es egoísta,  no se enoja fácilmente,  no guarda rencor.
El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa,  todo lo cree,  todo lo espera,  todo lo soporta.

La otra ya la había compartido con ustedes, pero quiero explicar cómo se enlazan, según mi opinión. Es vital el papel que pueden hacer las instituciones y la escuela para orientar y prevenir en sexualidad, pero se requiere un marco institucional y un empuje del lado de las políticas públicas para formar un equipo digamos estructural que ayude a dar soporte a ese esfuerzo. Aunque no coincido con muchas ideas del presidente Nicolás Maduro rescato esta intervención suya en días recientes.



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