martes, 7 de diciembre de 2010

Final del recorrido

Parece mentira que en tan pocas semanas se pueda aprender tanto. Ha pasado tan rápido el tiempo, pero ha sido tan productivo que lo mejor es quedarse con ganas de seguir aprendiendo y de que comience el próximo módulo.
No puedo decir que durante estas semanas suprimí totalmente las respuestas disfuncionales, entendiendo por ello, aquellas que se dan en lugar y momento inapropiado. Quisiera que así hubiera sido, pero en realidad suelo equivocarme y con frecuencia la comunicación no sale como yo quiero o espero, pero me alegra que así sea porque sigo aprendiendo sobre el tema.
Por otra parte, me entusiasma mucho tener esta experiencia de aprendizaje virtual. Me he sentido muy bien con el grupo y agradecida con mis compañeras y profesor, porque cada nueva intervención despertaba mi curiosidad, acostumbrada a leer buenos comentarios por su contenido y calidez humana. No quiero parecer como una persona que le gusta quedar bien, porque de verdad he disfrutado cada actividad e interacción. Y aunque no sé cómo hubiera sido con otro grupo o profesor, me alegra haber compartido con ustedes.
Estoy haciendo lo posible por llevar a cabo el proyecto que propuse, pues es una problemática real que está generando inconvenientes en mi comunidad. Cuando empecé a hablar con las personas que podrían disponer de los recursos (espacio físico y convocatoria) percibí resistencia ante la petición. Con ello confirmé (una vez más) lo difícil que es comunicarse con otras personas y sobre todo cuando el mensaje se basa en mejorar la comunicación. Estamos poco acostumbrados a hacer algo por los que tenemos más cerca y siempre parece mucho más fácil ayudar a los que están más lejos o menos accesibles. Si empezáramos a hacer algo por nuestros vecinos, amigos y familiares creo que seríamos mucho más felices o, al menos, viviríamos más tranquilos. Seguiré intentando llevar a la práctica el proyecto, y también seguiré comunicando.
Desde mi punto de vista, este módulo contribuye a un problema de salud pública en un mundo donde se está cuestionando todo, incluso la comunicación. Al tener los conocimientos, al menos teóricos, me parece que añadimos una responsabilidad a nuestra siempre larga lista: aplicarlos, al identificar cuándo lo estamos haciendo bien/mal, cambiar lo que sea necesario y también ayudar a otros a mejorar su estilo de comunicación. Mi meta no es ser asertiva, comprensiva y motivadora 24 x 7, sino ser una comunicadora eficaz en mi espacio personal, de trabajo y en cualquier parte que me encuentre.
¡Gracias por la experiencia! y ¡Feliz Navidad!